Parejas de baile, gloria y arrepentimiento: Wardley-Clarke entra en la 13ª ronda
Vamos otra vez.
El campeón británico de los pesos pesados, Fabio Wardley, defenderá su título contra Frazer Clarke el sábado en Arabia Saudí, siete meses después de que ambos combatieran hasta un contundente empate en un clásico de los tiempos modernos.
En un combate de ida y vuelta, aspirante a pelea del año, ambos respondieron a las críticas y mostraron suficientes puntos débiles para entretener al público del O2 Arena de Londres.
El resultado fue de decisión dividida, pero ninguno de los dos piensa dejarlo en manos de los jueces la segunda vez.
"Hemos encontrado una buena pareja de baile el uno en el otro, pero pienso noquearle de forma espectacular", explica Clarke, de 33 años, a BBC Sport.
Wardley, de 29 años y nacido en Suffolk, añadió: "Después de noquear a Frazer me pondré en el escalón superior de los púgiles que son boxeadores marginales de nivel mundial".
La revancha tendrá lugar en Riad, en el marco del esperado combate de peso semipesado entre Dmitry Bivol y Artur Beterbiev.
¿Qué pasó en el primer combate?
La pareja tenía previsto pelear por el título británico en abril de 2023, pero el equipo de Clarke se retiró el día de la puja programada, lo que provocó una disputa pública entre sus respectivos equipos durante los 12 meses siguientes.
Pero Wardley-Clarke mereció la pena la espera cuando finalmente compartieron ring el domingo de Pascua en un resultado decidido por pequeños márgenes y las preferencias de los jueces: la agresividad de Wardley o la habilidad técnica de Clarke, medallista olímpico de bronce.
El tiempo también fue clave. Clarke cayó en los últimos segundos del quinto asalto. Si hubiera sido antes, quizá Wardley, que disputó un puñado de combates sin licencia antes de convertirse en profesional, habría terminado el trabajo.
Wardley se tambaleó en el duodécimo asalto. Un minuto más podría haber marcado la diferencia.
Clarke, que dejó escapar un suspiro de frustración y puso los ojos en blanco ante la decisión, asegura que asumió el resultado casi de inmediato, pero que "debería haber pisado el acelerador", mientras que Wardley cree que podría haber sido "más clínico".
Sin embargo, a pesar de los lamentos de los boxeadores, el agotador combate fue resumido a la perfección por el comentarista de boxeo de la BBC Steve Bunce, que publicó en X: "Un privilegio verlo. Uno de los mejores combates británicos de pesos pesados de la historia. Se merecen todos los premios. Gracias a los dos".
¿Ronda 13 o una nueva pelea?
Wardley describe el comienzo de la revancha como el "decimotercer asalto", pero Clarke dice que, aunque el cliché del boxeo es un bonito resumen, espera que el combate se desarrolle de forma diferente.
"Esta es una nueva pelea, no el decimotercer asalto. Miraré dónde me equivoqué y trabajaré en ello", afirma.
Ambos coinciden en lo importante que es una victoria para sus respectivas aspiraciones al título mundial.
Con figuras como Anthony Joshua y Tyson Fury en el ocaso de sus carreras, hay un hueco en el mercado para un púgil que se una a Daniel Dubois en la próxima hornada de superestrellas británicas del peso pesado.
"Estoy a un par de pasos o peleas de distancia, pero si sigo cosechando victorias, ¿por qué no puedo ser yo contra alguien como Daniel Dubois en Wembley por un título mundial?". se pregunta Clarke.
Wardley no está tan convencido de las posibilidades de su rival de alcanzar pronto el título mundial.
"He demostrado mi valía a nivel británico y de la Commonwealth, pero diría que mi barco está un poco por delante del de Frazer", afirma.
"A él probablemente le falten seis o siete peleas para luchar por un título mundial y a mí dos o tres".
¿Debería celebrarse un combate por el título británico en Arabia Saudí?
Sin embargo, a pesar de todo el bombo y platillo, los críticos sostienen que un combate por el título británico no debería disputarse en el extranjero.
Wardley esperaba ser titular en el estadio de Portman Road, sede de su amado Ipswich Town Football Club. Sin embargo, la revancha tendrá lugar a casi 6.000 kilómetros de distancia, en el Kingdom Arena de Riad.
"Era una cuestión de tiempo. Estamos en plena temporada futbolística, así que no podemos destrozar el campo y cubrirlo con una lona", explica Wardley.
Clarke acoge con satisfacción la naturaleza lucrativa del combate en Arabia Saudí, país rico en energía, que ha acogido varios combates de pesos pesados de primera fila en los dos últimos años, y la exposición mundial que supondrá.
"Quiero dejar claro que no hay nada que me guste más que pelear en el Reino Unido delante de los aficionados de mi país, de mi familia y de la gente a la que quiero", afirma.
"Pero la vida es muy corta y estas oportunidades no se presentan muy a menudo".
