El británico Cameron Norrie disputará su primera final ATP desde febrero de 2023, después de que su buen final de temporada continuara con una victoria en sets corridos contra Corentin Moutet en el Moselle Open.
Norrie, que acaba de regresar tras perderse dos meses por una lesión en el antebrazo, se impuso en semifinales al francés por 6-2 7-6 (7-5) en Metz.
La temporada comenzó con fuerza para Norrie, que alcanzó los octavos de final del Abierto de Australia y las semifinales del Abierto de Río, pero perdió forma y forma física en la segunda mitad del año.
El zurdo de 29 años ha caído hasta el puesto 57 de la clasificación mundial pero, en lugar de permitir que la temporada se apagara, ha trabajado duro para volver y ha redescubierto su mojo en el último torneo de su temporada.
"En realidad no es un alivio [llegar a la final], pero ha sido un año difícil para mí y no he podido coger impulso", dijo Norrie, que la semana que viene volverá a meterse entre los 50 mejores del mundo.
Contra Moutet, sacó con fuerza y aprovechó sus oportunidades, aprovechando cuatro de los cinco puntos de ruptura.
Después de perder un tie-break en el segundo set desde una posición dominante en el partido de cuartos de final del jueves contra Zizou Bergs, Norrie hizo lo contrario contra Moutet el viernes.
Norrie perdía por 5-2 en el tie-break, pero remontó para asegurarse la victoria en sets corridos.
La alegría de llegar a la final, y de la forma en que lo hizo, quedó patente cuando Norrie enseñó los dientes y gritó de placer hacia su equipo.
El sábado se enfrentará al francés Benjamin Bonzi o al estadounidense Alex Michelsen por el trofeo.
Será la 15ª final ATP Tour de la carrera de Norrie y la primera desde que venció al número tres del mundo español Carlos Alcaraz en la final de Río en febrero de 2023.
"Es bonito terminar el año jugando otra final y volver a competir por cada punto", añadió Norrie.
"Juegue contra quien juegue será difícil, pero hoy disfrutaré de la victoria".
