Por qué es importante el primer combate femenino por el título mundial en Arabia Saudí
Arabia Saudí ha albergado algunos de los mayores acontecimientos boxísticos de los últimos 12 meses, y el sábado -por primera vez- el Reino acogerá un combate femenino por el título mundial.
La australiana Skye Nicolson defenderá su título de peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante la británica Raven Chapman, en el combate de fondo de la pelea entre Artur Beterbiev y Dmitry Bivol, en Riad.
"Se trata de una inyección muy necesaria y grande para el boxeo femenino, ya que se une al tren de la temporada de Riad, que se mueve hacia un destino mayor para el boxeo", declara a BBC Sport el promotor Eddie Hearn.
La lucha se produce en el contexto de una nación continuamente criticada por las organizaciones de derechos humanos, en particular por el trato que dispensa a las mujeres y a los grupos minoritarios.
Con la creciente inversión e influencia de Arabia Saudí en el boxeo, la cosecha actual y futura de estrellas británicas -incluidos Tyson Fury, Anthony Joshua, Moses Itauma y Hamzah Sheeraz- han viajado a la nación rica en recursos para competir en lucrativos combates durante el pasado año.
Sin embargo, las boxeadoras no han participado en las siete "Riyadh Season": cinco celebradas en Arabia Saudí, una en Los Ángeles y otra en Londres.
La londinense Ramla Ali disputó el primer combate femenino en Yeda en 2022 y Claressa Shields luchó en un combate de MMA en Riad en febrero.
Nicolson, que cobrará el sueldo más alto de su carrera, afirma estar entusiasmada por "formar parte de este movimiento femenino" en Arabia Saudí.
¿Por qué ha tardado tanto?
Hearn afirma que es la primera vez que él y otros promotores proponen un combate femenino a los organizadores saudíes, dirigidos por Turki Alalshikh, presidente de la autoridad general de espectáculos de Arabia Saudí.
"Querían que ese primer combate femenino fuera en Riad, no en Wembley o Los Ángeles porque eso pasa siempre", dice Hearn, jefe de Matchroom.
"[Alalshikh] es un aficionado al boxeo muy entendido y hay algunos combates que pueden tener prioridad sobre otros, no importa si es femenino o masculino".
¿Es motivo de celebración o de preocupación?
Aunque Arabia Saudí ha hecho importantes reformas sociales en los últimos años -en 2018 cambió la ley para permitir que las mujeres conduzcan y asistan a partidos de fútbol-, los críticos dicen que su inversión en el boxeo es para desviar la atención de la controversia sobre su historial de derechos humanos, una práctica conocida como "lavado deportivo".
Nicolson, sin embargo, no tiene ninguna reserva en cuanto a su participación en la competición y espera utilizar su plataforma para promover las oportunidades de las mujeres en Arabia Saudí.
"Intentan occidentalizar la cultura sin dejar de respetarla. Pero quieren adaptarse a los tiempos y al mundo occidental. Creo que esto forma parte de ese movimiento", afirma.
"Estoy en una posición tan poderosa para inspirar a las mujeres que estarán en el espectáculo, a las mujeres de Arabia Saudí que pensarán 'esa puedo ser yo, puedo luchar o puedo hacer lo que me apasiona'".
A principios de la semana de la lucha, Nicolson se reunió con jóvenes boxeadoras en Riad.
En 2019, Rasha Al Khamis se convirtió en la primera mujer entrenadora de boxeo certificada de Arabia Saudí, y ahora es vicepresidenta de la Federación Saudí de Boxeo, encargada de liderar la crianza de una generación de boxeadoras en la región.
Sin embargo, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional afirma que desde 2022, cuando Ali luchó, se han mantenido las severas restricciones impuestas a las mujeres.
"Por mucho que se hable de que esta lucha podría demostrar que Arabia Saudí se está 'abriendo' y 'cambiando', debemos tener en cuenta que las activistas saudíes de derechos humanos que piden más derechos para las mujeres corren el riesgo de ser detenidas inmediatamente, torturadas y condenadas a largas penas de cárcel", ha manifestado Felix Jakens, de Amnistía Internacional.
¿Qué significa esto para el futuro del boxeo femenino?
El combate entre Nicolson y Chapman tendrá lugar a primera hora de la noche en una cartelera en la que también estarán el británico Chris Eubank Jr, una pelea por el título mundial entre Jai Opetaia y Jack Massey y el combate por el título británico de los pesos pesados entre Frazer Clarke y Fabio Wardley.
Sin embargo, esto refleja el boxeo femenino en su conjunto. En el Reino Unido, la mayoría de los combates femeninos por el título mundial no tienen garantizado el estatus de evento principal.
"Es muy difícil asegurarse de poder colocarlos a todos y darles todas las oportunidades", afirma Hearn.
"Muchos de esos combates femeninos no añaden un valor significativo, pero algunos combates masculinos tampoco".
Cuando varias lesiones de los cabezas de cartel desplazaron el combate entre Rhiannon Dixon y Terri Harper al primer puesto de la cartelera el mes pasado, se reprogramó de una arena a un pequeño pabellón de Sheffield ante menos de 2.000 aficionados.
"Ha habido un pequeño parón [en el boxeo femenino]. Probablemente desde que las Riyadh Season han tomado el relevo", afirma Nicolson.
El optimismo de Hearn sobre el futuro del boxeo femenino depende en gran medida de la implicación saudí, ya que Nicolson doblará su anterior mayor bolsa hasta la fecha, aunque la superestrella irlandesa Katie Taylor ganará 6 millones de dólares (4,6 millones de libras) por su combate contra Amanda Serrano en Texas el mes que viene.
"Ganen, pierdan o empaten, Skye y Raven saldrán de esto con un perfil mucho más grande para seguir adelante y serán una mayor atracción", añade Hearn.
En cuanto al futuro, Hearn ha señalado Sandy Ryan contra Chantelle Cameron o Caroline Dubois contra Terri Harper como posibles combates que podrían celebrarse en el Reino Unido, y cree que la estrella de la libra por libra Taylor podría incluso competir en Oriente Medio antes de retirarse.
