Por qué Taylor-Serrano merecen más atención que el carnaval Tyson-Paul
Una de las revanchas más codiciadas del boxeo y el combate más rico en clave femenina tendrá lugar el viernes, cuando Katie Taylor se enfrente a Amanda Serrano por el título de campeona indiscutible del peso wélter ligero en Texas.
La campeona Taylor venció a Serrano en abril de 2022 en lo que se considera el mejor combate femenino de todos los tiempos.
Pero el irlandés Taylor y el puertorriqueño Serrano ya no son las estrellas del cartel.
La revancha tendrá lugar en el AT&T Stadium de Dallas, en el marco del polémico combate de Mike Tyson, de 58 años, contra el youtuber convertido en boxeador Jake Paul, de 27 años.
Tyson, ex campeón de los pesos pesados, lleva 19 años sin competir profesionalmente y se retiró de un combate en verano tras un susto de salud, mientras que Paul ha luchado principalmente contra ex estrellas de la UFC en una carrera de 11 combates. La pelea contará en los registros profesionales de ambos hombres.
"Es un espectáculo muy interesante para la gente, pero comprendo también las preocupaciones que tiene la gente", explica Taylor a BBC Sport.
Las preocupaciones de Taylor se ven contrarrestadas por los elevados salarios de las luchadoras en un evento que se retransmitirá por Netflix en la primera incursión del gigante del streaming en el boxeo en directo.
Entonces, ¿legitima la inclusión de Taylor-Serrano -una pelea de calidad entre dos futuras estrellas del Salón de la Fama- el carnaval del evento principal? ¿Y qué significa para el futuro del boxeo femenino?
El combate más rico del boxeo femenino
Taylor, de 38 años, es medallista de oro olímpico y campeón indiscutible de los dos pesos. El puertorriqueño Serrano ha ganado títulos mundiales en siete divisiones.
Ganaron más de un millón de libras cada una por el primer combate, el primero femenino celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York, y de nuevo serán recompensadas, merecidamente, con siete cifras.
"Este es el sueño de todo luchador, conseguir grandes sueldos y yo amo mi deporte, amo lo que hago", dice Taylor mientras resta importancia a los informes de que podría ser de hasta 6,1 millones de dólares (4,8 millones de libras).
Serrano, de 36 años, tampoco se atreve a revelar su bolsa, pero cree que otras luchadoras pueden sacar provecho de la magnitud y el éxito de su rivalidad con Taylor.
"El boxeo femenino está mejorando y a partir de ahora sólo va a ir a más", dice Serrano. "Sólo espero que sus cheques de pago mejoren, como el mío y el de Katie".
A pesar de su optimismo, sólo hay un puñado de luchadoras cuyos concursos generan un dinero que les cambia la vida, y sus ganancias no se reflejan a escala mundial.
Arabia Saudí, rica en energía, está reforzando poco a poco su fortaleza en el boxeo y pagando generosamente a púgiles, algunos con un perfil inferior al de Taylor o Serrano.
Sin embargo, aunque el primer combate por el título mundial en Arabia Saudí tuvo lugar en octubre, el boxeo femenino ha sido generalmente ignorado por el Reino.
Taylor-Serrano aporta credibilidad al carnaval
Aunque el combate principal ha suscitado muchas críticas entre los puristas del boxeo, dada la edad de Tyson, la inclusión de Taylor-Serrano añade cierta credibilidad.
Pero a diferencia del primer combate, la revancha se construye exclusivamente en torno al carnaval del combate titular.
"Estar en la misma cartelera que Mike Tyson es un momento muy especial para mí. Es una leyenda del deporte, un icono del deporte", dice Taylor mientras sus ojos se iluminan con la mera mención de su héroe.
Habla del privilegio que supone luchar en un acontecimiento de tal magnitud, pero no se puede ignorar que este momento de marquesina para el boxeo femenino está siendo propiciado por dos hombres, y uno de ellos cumplió tres años de cárcel por violación.
La imagen pública de Tyson se ha rehabilitado en las décadas posteriores a su condena en 1992. Cameos en superproducciones de Hollywood como The Hangover han reforzado su estatus de figura de culto, y la imagen de "hombre más malo del planeta" de la que presumía parece haberse suavizado.
Paul, por su parte, es el autoproclamado disruptor del boxeo profesional. Una antigua estrella infantil de Disney y bromista de YouTube que se compara a sí mismo con el gran Muhammad Ali es poco probable que llegue a conquistar a los aficionados al boxeo.
Sin embargo, a pesar de sus críticas, Serrano, que pertenece a Paul's Most Valuable Promotions, dice que es un "incomprendido" y cree que merece más reconocimiento por defender el boxeo femenino.
"Para mí es un gran representante y un gran amigo que me cambió la vida", dice.
Con más de 282 millones de abonados a Netflix en todo el mundo, Taylor describe la lucha en la plataforma como "algo de ensueño", al tiempo que da la bienvenida a unas cifras de audiencia potencialmente sin precedentes.
El Reino Unido tiene alrededor de 17 millones de abonados y será interesante ver cuántos se conectan alrededor de las 03:00 GMT cuando Taylor y Serrano hagan sus paseos por el cuadrilátero y si la mayoría de los que ven el programa en diferido se limitan a saltar al evento principal. En el entrenamiento público del martes, el recibimiento a Taylor y Serrano fue algo apagado por una multitud formada casi exclusivamente por seguidores de Paul y Tyson, que se animaron cuando los cabezas de cartel subieron al ring.
A Serrano no le molesta que a la pareja no se le haya concedido la categoría de evento principal.
"Para mí no importa", dice. "Sería la primera pelea: no me importa dónde me pongan mientras luche y ofrezca a los aficionados un buen espectáculo".
Taylor, por su parte, mantiene la esperanza de que todo el acontecimiento pueda seguir cultivando nuevos adeptos al código femenino.
"Va a haber mucha gente viéndonos. Tengo la oportunidad de inspirar a la gente para mostrar lo mejor del boxeo femenino", afirma.